Taller en Madryn: datos propios y canasta patagónica

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Referentes de ATE Puerto Madryn, ATE-INDEC, el CONICET-CENPAT, la Facultad de Ciencias Económicas de la UNPSJB y el ISEPCI participaron de un encuentro para debatir la construcción de indicadores económicos propios y avanzar en una canasta regional que refleje el verdadero costo de vida en la Patagonia.
En Puerto Madryn se realizó este lunes el Encuentro-Taller “Herramientas para la construcción de indicadores económicos”, una iniciativa organizada por ATE Puerto Madryn, con la participación de la Junta Interna de ATE-INDEC, el CONICET-CENPAT, la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, el Observatorio de Economía de la UNPSJB y el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI).
El objetivo fue debatir y diseñar herramientas propias para medir la realidad económica y social de la región, con foco en la construcción de una canasta regional patagónica que permita discutir salarios en base al costo real de vida.
“Es fundamental contar con datos propios para discutir salarios reales”

El secretario general de ATE Puerto Madryn, Roberto Cabeda, abrió la jornada destacando la importancia de generar información territorial: “Convocamos a distintas organizaciones con una idea clara: tener nuestros propios datos para medir la canasta básica alimentaria, la pobreza y los índices de indigencia. Los salarios están tan degradados que resulta imposible discutirlos en paritarias si no tenemos una referencia real del costo de vida”, explicó.
Cabeda subrayó además la necesidad de que las organizaciones de trabajadores participen activamente en la producción de indicadores: “No venimos a inventar nada nuevo, sino a organizarnos y materializar la posibilidad de medir en nuestro territorio estos índices, que no son sólo números, sino herramientas políticas que inciden directamente en el salario de cada trabajador y trabajadora”.
Una canasta patagónica para fortalecer la negociación salarial
Por su parte, Raúl Ilaneza, integrante de la Junta Interna de ATE-INDEC, sostuvo que el momento actual “es clave” para desarrollar una canasta regional patagónica, ya que “los datos oficiales no reflejan las particularidades del sur del país”.
“Tener un dato propio nos permite sentarnos de otra manera a discutir paritarias. En agosto calculamos que el ingreso mínimo necesario para una familia tipo en la Patagonia debería rondar los $1.807.318, muy por encima del promedio salarial actual”, precisó.
Ilaneza recordó que el trabajo de ATE-INDEC se sostiene en una base jurídica y política: “El salario tiene carácter alimentario y debe garantizar condiciones de vida dignas, tal como lo establece el artículo 14 bis de la Constitución Nacional y los tratados internacionales de derechos humanos. Ningún trabajador debería ganar menos que el valor real de la canasta básica”.
Medir desde el territorio
En representación del ISEPCI, Noelia Acosta compartió la experiencia del Índice Barrial de Precios (IBP), que el instituto releva en 16 provincias desde 2011: “Relevamos los precios de los comercios de cercanía, los almacenes y despensas de los barrios populares, lo que nos permite detectar diferencias importantes con los datos oficiales. Nuestra capilaridad territorial nos da una foto más precisa de cómo impacta la inflación en los sectores populares”, explicó.
Acosta adelantó que el ISEPCI trabaja para extender el relevamiento a la Patagonia, incluyendo Chubut y Santa Cruz, en articulación con ATE y otras organizaciones.
Una mirada universitaria sobre los precios en la Patagonia
El economista César Herrera, del Observatorio de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNPSJB, presentó el trabajo que se desarrolla desde Comodoro Rivadavia: “Medimos precios en 27 ciudades de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. En nueve de ellas —incluidas Puerto Madryn, Trelew, Comodoro y Río Gallegos— realizamos el seguimiento de la canasta básica de alimentos. En la Patagonia los precios de alimentos y bebidas aumentaron un 20% más que a nivel nacional durante 2024”, explicó.
Herrera destacó la creación de la web de precios 2.0, que permite a la ciudadanía comparar valores por ciudad y acceder a información sobre materiales de construcción: “Hablamos de números, pero también de números políticos: son los indicadores que marcan la situación real de nuestra población. Difundir esta información es una forma de empoderar a la sociedad y defender el salario desde el conocimiento”.
Un paso hacia la soberanía estadística
El encuentro también permitió analizar el documento “¿Cuánto debiera ser nuestro salario como mínimo?”, elaborado por la Junta Interna de ATE-INDEC, donde se reclama la independencia del Sistema Estadístico Nacional, la estabilidad laboral de los trabajadores del organismo y la necesidad de reapertura de paritarias libres y sin techo.
En ese marco, los participantes coincidieron en la importancia de avanzar hacia una producción estadística autónoma, transparente y participativa, que permita reflejar las particularidades socioeconómicas del sur argentino.
“Hay una gran asimetría de información —cerró Cabeda—. Este encuentro nos permite empezar a revertir esa brecha y a construir desde el territorio las herramientas que necesitamos para defender nuestros derechos”.

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