Los gremios pesqueros de Chubut denuncian la falta de intervención del Gobierno Nacional y anuncian que, si no hay solución antes del 6 de junio, la flota se paraliza. Empresarios siguen tomando decisiones unilaterales que afectan a miles de trabajadores en el sector.
El conflicto pesquero en Puerto Madryn continúa sin solución, y los gremios han dejado claro que si no se llega a un acuerdo antes del 6 de junio, la flota se paralizará. La falta de avances en las negociaciones y la inacción del Gobierno Nacional han llevado a los sindicatos a redoblar su postura.
En una conferencia de prensa realizada esta mañana, los representantes de los principales sindicatos pesqueros, como SOMU, SUPA, STIA y Capataces, se mostraron preocupados por la grave situación que atraviesa el sector, ya que los empresarios siguen tomando decisiones unilaterales que afectan directamente a miles de trabajadores.
César Zapata, secretario general de SOMU, explicó que, a pesar de las promesas realizadas en la reunión del lunes con el Ministerio de Trabajo de Nación, las empresas continúan retirando barcos y afectando el futuro de los trabajadores. “La decisión tomada por Capital Humano en Buenos Aires fue que el problema es entre privados. El Gobierno Nacional se desentendió completamente de la situación”, expresó Zapata, subrayando la falta de apoyo oficial ante lo que consideran una “extorsión empresarial”.
Los gremios, preocupados por el impacto social y económico de la crisis, advierten que la situación afecta a más de 15,000 familias, no solo en los sectores directos de la pesca, sino también en los negocios y servicios locales que dependen del puerto.
Alexis Gutiérrez, de SUPA, también lamentó la falta de acción gubernamental. “El recurso pesquero es argentino y se está perdiendo. Es hora de que el Gobierno Nacional intervenga, no se puede dejar a los empresarios decidir el futuro de la actividad”, afirmó Gutiérrez, quien denunció además la ausencia de respuestas por parte de las autoridades provinciales.
Ante la falta de avances, los gremios se encuentran en alerta máxima. “Si no tenemos una solución antes del 6 de junio, la flota se paraliza”, advirtieron, reforzando su amenaza de medidas de fuerza.
La situación sigue siendo tensa, y los sindicatos exigen respuestas urgentes para resolver un conflicto que ya paralizó la pesca en la región, afectando no solo a los trabajadores, sino también a la economía local y al futuro del recurso pesquero nacional.
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