La Asociación Gremial Médica del Chubut (AGREMEDCH) inició una medida de fuerza en reclamo por el deterioro del sistema público de salud y los bajos salarios en el primer nivel de atención. “Esto ya no es una advertencia, es una señal de alarma”, afirmó Federico Larriera, vocero del gremio.
El sistema de salud pública en Chubut vuelve a estar en el centro de la escena. Esta semana, la Asociación Gremial Médica del Chubut (AGREMEDCH) inició un paro por tiempo indeterminado en todos los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de la provincia. La medida incluye la reducción de la jornada diaria de atención de seis a cuatro horas y la suspensión de servicios médicos los días sábados.
“En Chubut, un médico ingresante cobra lo mismo que una canasta básica. Es el valor hora más bajo de la Patagonia”, advirtió Federico Larriera, vocero de AGREMEDCH, durante una conferencia de prensa donde se convocó a la comunidad a tomar dimensión de la gravedad del conflicto.
Según el sindicato, el primer nivel de atención atraviesa un proceso de vaciamiento estructural que amenaza con el colapso del sistema público. “El primer nivel garantiza el acceso a la salud, resuelve la mayoría de los problemas cerca de la comunidad y articula con los hospitales en los casos de mayor complejidad. Pero hoy está en crisis por una política salarial que desconoce el valor del recurso humano”, sostuvo Larriera.
La situación, según detallaron, se agrava día a día: faltan profesionales, las residencias médicas están casi vacías y no hay currículums en las áreas externas. “En cinco años, el 50% de los médicos actuales se jubilarán y no hay reemplazos. Si no se actúa hoy, mañana no habrá médicos en los centros de salud”, alertó el vocero gremial.
Además del reclamo salarial, AGREMEDCH denunció la falta de diálogo con el gobierno provincial. “Cero diálogo. Ni siquiera desde que asumió el nuevo secretario de Salud, Sergio Wisky, con quien ya tuvimos este conflicto cuando estaba en funciones el año pasado. Él conoce perfectamente esta situación y no ha dado señales de querer resolverla”, remarcó Larriera.
El gremio también exigió la concreción del ingreso de AGREMEDCH al Convenio Colectivo de Trabajo, un compromiso asumido y ratificado en la Secretaría de Trabajo, pero que aún no se ha materializado. “Representamos a la gran mayoría de los médicos de la provincia y seguimos esperando que cumplan lo firmado”, señalaron.
En este contexto, los profesionales se mantienen en estado de asamblea permanente y no descartan profundizar las medidas. “Este conflicto no es solo salarial, es estructural. Está en juego la continuidad del sistema de salud pública como lo conocemos”, concluyó Larriera.
La medida ya se siente en toda la red de atención primaria de Chubut, donde las horas de espera y las largas filas para los pacientes empieza a ser moneda corriente. Sin respuestas por parte del gobierno, los médicos advierten que el conflicto continuará. La salud pública en la provincia, una vez más, está en riesgo.


